Ahí viene la filosofía del “rompemadres”
EN EL SERMÓN de misa del domingo pasado, el padre Alonso Cobácame nos explicó a detalle tres vertientes a las cuales tanto el hombre como las instituciones –incluida la Iglesia Católica en algunas ocasiones--, están muy atentos: el cuidado de la imagen, prestigio y poder. Obvio, a Cristo no le importaron estas condicionantes, pues de haberlo hecho no hubiera logrado lo que logró.
Me llamaron la atención los ejemplos varios que empleó. Desde aquella vez que el demonio lo tentó en diversas ocasiones hasta cuando estaba clavado en la cruz y uno de sus acompañantes le decía que si era Dios que podía descolgarse fácilmente o aquellos otros momentos en que le pedían hacer milagros y en base a esto fortificar su imagen para ganar más adeptos, cosa que por supuesto no hizo.
Luego nos dibujó la real imagen de Cristo cuando fue golpeado y azotado, con una cara hinchada a garrotazos, latigazos y con la corona de espinas, convirtiéndolo en una masa deforme, sangrante y con una imagen de horror que no llama a seguirlo, incluso, hasta el siglo XII el Cristo crucificado se presentaba desnudo. ¿Cómo seguir una imagen de esta que las otras religiones llamadas cristianas rechazan y se amparan en el Cristo bonito, excelso, incluso sin la cruz simbólica cuya muerte estaba destinada en esos tiempos romanos a lo peor de la delincuencia?
Y sobre el prestigio, ni se diga. Fue vilipendiado, traicionado, sufrió de burlas, groserías, golpes físicos al grado de poner la otra mejilla, venganzas y hasta la fecha buscan desprestigiarlo aquellos que piensan que estaba equivocado. Cristo nunca escribió sus vivencias, eso lo hicieron los apóstoles y años después. Entonces uno se pregunta: ¿En esta persona se forjó una institución que cuenta con dos mil años de existencia? … Vaya, impresionante.
Prestigio, imagen y poder. Es lo que todo humano e institución de cualquier tipo busca y actúa en consecuencia.
En el caso del gobierno de Guillermo Padrés se recrudecieron estos tres aspectos y buscaron a cualquier costo el conseguir los tres factores al mismo tiempo. De allí el amarre con los medios informativos para cuidar la imagen, el cacaraqueo de grandes obras, sin importar el origen de los dineros, para cuidar el prestigio y la imposición de candidatos para cuidar el poder. Pero ellos no son ni Cristo, ni el PAN ha durado una veinteava parte de la Iglesia Católica.
Entonces, si de alguna manera el gobierno ha fracaso en estas tres vertientes, ¿qué más le queda por hacer o querer hacer? Y es aquí donde viene lo peligroso pues cuando un ente de poder no ha logrado sus objetivos, se encuentra amarrado o ahorcado, sobreviene la violencia, la imposición, el uso de la fuerza, el pataleo y sobre todo, la cerrazón de entendimiento. Surgirá con filo la filosofía del “rompemadres”, frase acuñada a Gildardo Real.
Por ello ahora que los diputados priístas le han condicionado el apoyo a la propuesta de renegociación del adeudo al gobernador, el enojo, la cólera, el coraje, será lo primero que aparecerá dibujado en los diferentes rostros de gobierno y sin duda alguna la pagaremos de alguna forma los sonorenses.
Y si a ello le aunamos que el presupuesto para el 2014 está en veremos, que el ISAF interpuso demandas penales contra malos funcionarios, menores, pero funcionarios al fin y al cabo, que no pueden alcanzar al Borrego Gándara; que ganará, todo indica Josefina Vázquez Mota la dirigencia nacional del PAN, ¿qué más?, que sufrirá el gobernador la humillación de Peña Nieto al asistir a Sinaloa y no pararse en Sonora, que se le caiga lo del acueducto, que habrá un corredero de burócratas en estos días y un etcétera en el cual usted puede ayudarme, pues lógicamente lo único que esperan son tablitas de salvación como este viernes negro en Estados Unidos y el período navideño. Fuera de allí no se ven otras.
Por esta razón estimado lector, prepárese anímica y económicamente para contar con herramientas de sobrevivencia en el 2014 que ya está encima. Tiene que ser muy moderado en su actuar, vamos a entrar en una etapa de miedo, incertidumbre y desasosiego. No dilapide, si es que puede, y tampoco asome mucho la cabeza pues la guadaña se la puede cercenar. ¿Catastróficos?, claro, es lo que vemos y todo por el poder, imagen y prestigio no ganados.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.