Paradójico: promoción desmedida de Javier Gándara refuerza candidatura del Borrego

CIERTO. DEBE estar muy enojado Javier Gándara con quienes diseñaron su campaña y no tanto por el gandallismo que significó la gran cantidad de carteleras, pendones, spots de radio y demás promociones que utilizó arrancando su campaña dizque para la contienda interna del PAN.

Y es que sus asesores en el marketing no tuvieron la capacidad de analizar el impacto político de su estrategia en el enemigo, el PRI. Con su muestra de poder económico, de promoción desmedida, de capacidad de logística –o estructura, como quiera llamarlo--, para colocar en un día miles de pendones, con esa demostración reforzaron la candidatura del Borrego.

Mostraron músculo antes de tiempo. Todos sabemos que Javier tiene el apoyo del gobernador Padrés y de la estructura gubernamental en todos los órdenes. Sin embargo, se equivocaron pues al dar a conocer su fuerza y su peligrosidad demostraron que si pueden y tienen con qué ganar la elección si el PRI no manda a su mejor gallo.

¿Me explico?

Este hecho, más la demostración de Ernesto Gándara de que si puede ganarles como lo ha hecho –tras nueve años de una alcaldía panista les venció y en cuanto a fórmula al senado hizo lo mismo tras catorce años de derrotas de los priístas--, es parte de lo que no han visto la gente de Javier que con ello refuerzan al Gándara de los pobres en su objetivo de ir por la candidatura.

Por otra parte, la herramienta más importante que tenían los otros tres contendientes para permitir avizorar una oportunidad de ser los ungidos, sin duda alguna es la demanda penal contra Javier en la PGR cuyo resultado será a mediano plazo, no en el corto, sobre todo porque son tres citatorios los que esperarán los abogados de Javier para comparecer y ello conlleva como mínimo un mes de tiempo y el destape está a la vuelta de la esquina.

Si los asesores de Javier Gándara le hubieran dicho que en sus declaraciones mediáticas se mostrara no tanto preocupado, pero si ocupado en el tema, habría dado pie a la existencia de un hilito que permitiera a los que toman la decisión en el PRI de optar por otra opción. Pero ni eso. Señaló que ni suda ni se acongoja ante la acusación de los regidores priístas capitalinos con lo cual construyó la percepción pública de que es un asunto político en su contra aun y cuando legalmente ha procedido la averiguación previa.

Sin embargo regresamos al manejo de los tiempos. El hecho de que elementos de la PGR hayan ido a tesorería municipal y hurgado en sus papeles, buscando información, es una acción cuyo tiempo se suma a las circulares que deben enviarse a las diferentes instituciones bancarias envueltas en esta averiguación y los bancos tienen que ratificar a su vez la información establecida como causal en la demanda, lo cual por supuesto, hace más lento el trabajo de los federales.

Uno puede pensar que de un día a otro la PGR puede crear una averiguación previa, pero no es así, hay todo un procedimiento que se debe cumplir, documentación que se debe pedir por escrito a otras instituciones fuera de las financieras, a los fideicomisos, organismos y dependencias federales, estatales y municipales involucrados en esos 40 kilos de pruebas proporcionadas por los ediles hermosillenses y reunidas durante ocho meses de investigación.

Y no crea usted que a las instituciones involucradas les importe mucho el tema. Se toman su tiempo pues cuentan con sus procedimientos legales, de allí que insisto, no casan los tiempos del destape con los resultados que pueda brindar el ministerio público federal, por más que quiera hacer pronta y expedita esta justicia.

El PRI no se puede arriesgar a que se imputen una culpabilidad contra Javier y con ello lo saquen de la carrera por la gubernatura pues sabe muy bien que luego de la averiguación previa sigue la defensa ante un juez, los amparos en primera y segunda instancia, la presencia y descalificación de testigos y varias cosas legales más que le hará ganar un tiempo allende el siete de junio.

Claro, esto es fuera de los acuerdos secretos y negociaciones políticas a las que se puede llegar en las altas esferas en el mediano y largo plazo.

Un hecho que es contundente pues es que en su miopía o soberbia, el equipo de Javier, si no es que él mismo, es el que impulsa sin duda alguna que su principal temor se convierta en realidad. ¿Curioso, no?

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere

Foto: Tomada de internet