7877 dudas

ME IMPRESIONÓ escuchar en la radio la noticia de que el ocho pack de personajes enviados por la gobernadora electa Claudia Pavlovich, estuvieron en la reunión de entrega-recepción con siete mil ochocientos setenta y siete cuestionamientos a los funcionarios que ya se van.

Y más aún cuando tienen algo así como unos 25 días para resolver esas dudas, esos cuestionamientos sobre el trabajo que realizaron los diferentes titulares de las diferentes áreas de gobierno.

Este número es el resultado del trabajo realizado por el centenar de personas que conformaron mesas de trabajo para buscar la cuadratura al círculo y tratar de conseguir un diagnóstico sobre la situación que imperó en el sexenio de Guillermo Padrés.

Lo que no sé es si dentro de esas miles de preguntas, que no creo que puedan responder, existen algunas disposiciones que deben ser prioritarias para que esto avance.

De entrada, que el gobernador Padrés se deje de cosas y no pretenda vender el delfinario y mucho menos las otras propiedades que colocó como aval para el pago de las pensiones del Isssteson que suman más de dos mil millones de pesos.

E insistimos en este punto porque así como se crearon y beneficiaron tantas empresas divinas, lo más seguro es que todas las propiedades que buscan vender van a quedar en manos de ellos mismos. De allí la necesidad de fincar responsabilidades o miedos desde ahorita contra todos aquellos funcionarios que se presten al juego de Padrés y pandilla.

A su vez, me imagino que se estableció un orden prioritario pues en el caso del transporte público lo más fácil fue decir que los adeudos a Sicthusa van a ser tema del próximo gobierno y que por ende se lavan las manitas y patean el bote. Momento, se debe averiguar dónde quedó el dinero destinado a ese rubro, amen de los 600 millones de pesos que desapareció el Femot.

Otro rubro que se debe investigar con prioridad es lo relacionado al enriquecimiento inexplicable, bueno, si es explicable, de algunos de que hicieron acto de presencia en este evento que fue a puerta cerrada. Y es que no es posible que se hable de casas de 15 millones de dólares como en el caso del secretario de hacienda o de multimillonarias inversiones de otros más como es el caso del ex y actual secretario de gobierno que por supuesto utilizan prestanombres. Y cómo que les gustó La Jolla para contar con dos casas algunos y otros, terrenitos en el sector.

¿De dónde si hace cinco años andaban por la calle de la amargura?

Asimismo los temas de salud y deuda a proveedores son renglones prioritarios pues el nuevo equipo de trabajo debe solicitar el nombre de las empresas o empresarios con quienes se deberán tender puentes de negociación futura y poder surtir de papel de baño los sanitarios, por lo menos. Ni se diga de los adeudos a municipios.

¿Y en materia de seguridad?, allí si está peligroso el asunto pues es muy fácil que se pierdan las balas, los carros, los chalecos, las armas y demás artefactos que se utilizan en estos menesteres. De hecho, lo más fácil es que diga uno que otro secretario del Ayuntamiento que van a entregar ese tipo de herramientas a sus policías y en el camino se pierdan o bien, se justifiquen los ya perdidos, vendidos, negociados o regalados. La bala es cara.

Aunado a lo anterior, se tienen que conocer todos los préstamos realizados para la renegociación de la deuda pues cada mes que no se atienda el pago de intereses nos costará a los sonorenses millones de pesos mensuales, lo cual por supuesto amerita una acción rápida.

En fin, lo bueno es que ya empezaron. Surgieron esas dudas, pero veremos en el corto plazo si se llegan a acuerdos valederos y se detiene el indiscriminado despilfarro de los recursos sonorenses. Por cierto, veo las fotos sobre este evento, los libros blancos, la cara de Padrés y demás funcionarios y la cara de asustados que muestran tanto los de un equipo como del otro. Muy serios, como que saben los primeros que algunos de los que están saludando terminarán en el fresco bote, que a final de cuentas es lo que quiere el ciudadano común, castigo a la corrupción imperante en este sexenio que ya merito se va.

Bueno, hasta aquí le dejamos, tomamos vacaciones y nos vemos dentro de diez días hábiles, si Dios quiere.