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Clinton y Trump se enfrascan en una discusión racial

2016-08-26 | Tomado de internet | Sección: Internacional

En los últimos días, el candidato presidencial republicano se ha enfrentado a diversas críticas y cuestionamientos por su repentino cambio de retórica en el tema migratorio

JONATHAN LEMIRE, LISA LERER / THE WASHINGTON POST Y APAGO

Manchester, EU. Donald Trump rechazó el jueves las acusaciones de que es racista al defender su enfoque radical sobre la inmigración, al tiempo que intentó convencer a los electores de grupos minoritarios de que los demócratas los han abandonado.

Por su parte, la contrincante del magnate en las elecciones generales, Hillary Clinton, insistió en que él ha desatado a los “elementos radicales marginales” del Partido Republicano, incluidos los antisemitas y los supremacistas blancos, y comentó que la campaña de Trump hará “que Estados Unidos odie otra vez”.

El intercambio de acusaciones tuvo lugar en momentos en que ambos candidatos se disputan a los electores de las minorías y a los indecisos, cuando faltan menos de tres meses para los comicios. Semanas antes de que se lleve a cabo la votación adelantada inicial, Trump enfrenta la tarea urgente de renovar su imagen para ganarse a los votantes escépticos de su candidatura.

Poco después de que Clinton concluyera su discurso en el estado de Nevada, en el que ningún candidato es claro favorito, Trump afirmó en un tuit que ella “le está haciendo el juego a los peores instintos de nuestra sociedad. ¡Debería avergonzarse de ella misma!”.

Clinton está ansiosa de aprovechar la caída del multimillonario en las encuestas, en particular entre las mujeres moderadas republicanas desanimadas por la controvertida campaña del candidato. “No se dejen engañar” por los intentos de Trump de un cambio de imagen, le dijo la candidata demócrata a los electores durante un discurso en Reno y destacó que el país enfrenta un “momento de ajuste de cuentas”.

“Él está integrando a los grupos de odio a la corriente principal y contribuyendo a que elementos radicales marginales asuman el control de uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos”, agregó.

Trump intentó adelantarse a la candidata demócrata al dirigirse a una multitud en Manchester, New Hampshire, pocos minutos antes de que lo hiciera Clinton.

“Hillary Clinton va a intentar acusar a esta campaña y a los millones de estadounidenses decentes que la han apoyado de ser racistas”, auguró Trump.

El candidato intentó voltear la situación contra Clinton al insinuar que ella intentaba desviar la atención de los cuestionamientos sobre las donaciones a la Fundación Clinton y los servidores privados que utilizó para su correo electrónico.

En su discurso, Clinton no abordó ninguna de las acusaciones sobre la fundación de su familia. En su lugar, hizo una denuncia estridente de la campaña del magnate, acusándolo de fomentar el odio e impulsar políticas discriminatorias, como su prohibición temporal de ingreso de musulmanes a Estados Unidos.

Trump y la inmigración

Donald Trump derrotó a 16 adversarios en las primarias del Partido Republicano al comportarse como el más opuesto a la inmigración de todos ellos, con promesas de construir un muro en la frontera y deportar a millones de personas.

Pero repentinamente Trump está sonando como algunos de los precandidatos presidenciales a quienes derrotó. En una presentación el miércoles en el programa Hannity de Fox News Channel, el magnate inmobiliario habló sobre lo duro que es dividir a familias por la deportación e insinuó que a las personas honradas que han vivido en el país durante años sin autorización debería permitírseles quedarse si pagan impuestos retroactivos y, tal como lo hicieron Bush y Rubio, insistió en que esas acciones no equivaldrían a una amnistía.

Como ocurre a menudo con Trump, el significado exacto de lo que quiso decir fue turbio. Y no quedó claro si estaba presentando una nueva postura sobre inmigración o simplemente intentando algún tipo de retórica novedosa para resultar atractivo a una audiencia de elección general en momentos en que está atrás de la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, en las encuestas de intención de voto.

Trump parecía recular nuevamente menos de 24 horas después, ya que el jueves por la noche dijo en el programa Anderson Cooper 360, de CNN, que no otorgaría estatus legal a los inmigrantes que viven en el país ilegalmente, a menos que salgan primero de Estados Unidos, algo que sería laborioso e impráctico si se aplica a millones de personas. “No hay camino a la legalización a menos que salgan del país y regresen”, afirmó.

No obstante, como mínimo, el nuevo lenguaje de Trump pareció revelar que se está percatando de que es improbable que su postura inflexible hacia los inmigrantes lo conduzca a la Casa Blanca, ya que los hispanos votarán en grandes cantidades en estados cruciales.

Foto Agencias