Libertad en venta… la encrucijada.

SOY UN CONVENCIDO que se debe regular en materia penal todo lo relacionado a ataques cibernéticos. Y modelos a nivel mundial existen como ocurre en Inglaterra que es el más avanzado, si, un poco más que en los Estados Unidos.

En México, aunque lo nieguen, estamos inmersos en esa corriente mundial que prefiere que nos quiten algunas libertades y el Estado nos proporcione mayor seguridad.

Esto lo analiza y documenta muy bien sin duda el libro Libertad en venta de John Kampfner quien maneja a manera de subtítulo: ¿Por qué vendemos democracia a cambio de seguridad?

Un analista escribió en relación a este libro:

“Varios gobiernos de todo el mundo han hecho un nuevo pacto con sus pueblos: la represión se limita a unos cuantos ciudadanos que cuestionan abiertamente el statu quo. El resto de la población puede gozar de libertad para vivir más o menos como desee, y para amasar y gastar dinero. Ésa es la diferencia entre las libertades públicas y las libertades privadas. Todos elegimos las distintas libertades que estamos dispuestos a ceder. Todos lo hacemos.”

Y tiene razón.

Estamos ante una disyuntiva que nos moverá sin duda alguna y nos llevará a decidir qué tipo de leyes queremos que nos proteja sin importar que debamos reducir nuestra capacidad de libertad y debemos, usted y yo, estar muy atentos a esto.

Es que es un tema muy difícil. El regular la libertad de expresión o no regularla, nos puede llevar a extremos como en España donde defienden a capa y espada la libertad total, sin ninguna restricción y se aplica en todos los medios de comunicación. Por eso no es raro escuchar en sus radios las mentadas de madre a quienes se les antoje. ¿Bueno o malo?

¿Qué hizo el gobierno?

Se afianzó. Amparados en ese logro de la libertad total impulsó hace años una ley de cobranza de impuestos determinante. En España todo mundo utiliza cuentas bancarias y el gobierno se cobra a lo chino los impuestos. Independientemente de su período de tiranía y de su esclavitud mental con Inglaterra de quienes eran los meseros de sus restaurantes. Eso ya pasó.

Vivir en España es caro. Pero es el precio que se debe de pagar.

¿Y a quienes no tienen dinero en sus cuentas para pagar los impuestos?, les embargan. Y si, hay mucha pobreza en España.

Pero regresando a México, se viene una etapa peligrosa en nuestras políticas públicas, más allá de los partidos, de Donald Trump y de la Legión Holk.

El gasolinazo es una parte de esa etapa, así como también la serie de ajustes que se vendrán en los precios de la canasta básica y otros vectores entre los que se incluye la libertad a expresarse. Ya hay leyes que de manera timorata, sin imponerse de manera tajante aún, pero regulan las manifestaciones por lo menos en la CDMX.

En Jalisco se aprobó a su vez una ley atentatoria contra quienes escribimos pues elevaron a rango penal cualquier comentario que involucre a un periodista y su denuncia sobre corrupción sobre equis funcionario. Eso sí, no le dan al periodista su rango ante la ley de que lo que escribe sirve como prueba plena. Hay una controversia al respecto, pero en vía de mientras se aprobó aun y cuando no se implemente por las repercusiones que ello conlleve.

Estamos pues ante la disyuntiva de que el Estado se haga cargo del internet como ocurre en Corea donde no se permite a los usuarios acceder a diversos sitios que el gobierno considera que afectarán a la población. Poco a poco Corea se está quitando esos candados, pero en esos países asiáticos ya existe esa disposición y control gubernamental sobre el internet.

A nosotros, a usted y a mi, nos toca determinar el futuro que queremos para la generación del internet que nació en 1985. Les llaman Milleniums y ya se habla de que esta generación, como la de los Holks, es la segunda.

Por cierto, cada generación se contabiliza de veinte en veinte años de tal manera que es cierto, es la segunda.

Pero si se fija, ni en cuenta con la primera generación. Los llamados a ponerle atención se nos pasó como adultos pues nosotros mismos estábamos en esa etapa de aprendizaje-echar a peder-aprendizaje. Y no, no hubo políticos que determinaran el futuro de las consecuencias del manejo cibernético mal manejado.

Los Holk, aunque no creo que todos, son una legión que se contabiliza en un millón de chamacos en sus diferentes frentes y que por cierto, es internacional pues en Estados Unidos hay informaciones que establecen que son investigados por el FBI.

Pero el problema nos rebasó. La desgracia sufrida en Monterrey nos abrió los ojos e insisto, nos asustó porque no creo que las actuales autoridades sepan que hacer en materia de políticas públicas más allá de la operación mochila.

No he visto foros de estudio al respecto ni quien llame a participar en ellos. Con seguridad los habrá más adelante. Lo único que nos queda es confiar en lo que nos diga una recientemente creada Policía Cibernética y la de la CDMX ya puso la alerta.

Y si usted niega esta realidad, entre a #masmasacreenmexico en twitter para que se asuste al ver como un mensaje tiene más de 1.5 k compartido en un ratito. O a las páginas de Legión Holk para que descubra lo que comparten esos chamacos de entre 10 y 16 años, principalmente y cuyos temas van desde pornografía hasta venta de armas. En Hermosillo cheque Holk Hermosillo y verá que existen.

¿Cuántos casos más como esos de Holk habrá así? Y lo más importante: ¿cuándo despertaremos y llevaremos este foro del tratamiento del internet a ser tema en el país?, es lo que viene, sin duda alguna. Va a estar muy bueno el agarre.

EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con posgrado en Administración Pública y Privada.

Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com

Twitter: @Archivoconfiden