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Ley contra la pobreza, otra ley muerta

2017-03-22 | Armando Vásquez A. | Sección:

Uno de los paradigmas de las políticas públicas lo es sin duda el ataque a la pobreza pues mientras más dinero destina el gobierno mexicano, más pobres existen.

Este martes, según el boletín informativo: La Estrategia Estatal de Inclusión Social para el Combate a la Pobreza por Carencias fue elevada a rango de Ley en Sonora al ser aprobado de manera unánime por el Pleno del Congreso del Estado un dictamen presentado por la Comisión de Desarrollo Social. Se le considera al diputado Emeterio Ochoa como el promotor de esta iniciativa única en el país.

Me pregunto si habrá estudiado y analizado el por qué en otros estados no se ha implementado.

Si tomamos en cuenta que la mayoría de las leyes son coercitivas, es decir, aplicadas a la fuerza, pues de no lograrse el objetivo ¿a quién podemos demandar?

Claro, hay leyes consideradas positivas llamadas morales, las cuales requieren de la voluntad política para ser aplicadas y si no quiere o puede aplicarse, no existe forma de ser forzado a hacerlo. Son las famosas leyes que nacen muertas.

Pero también, al ser ley una característica propia es el sentido de obligatoriedad que tiene carácter imperativo-atributivo, es decir, que por una parte establece obligaciones o deberes jurídicos y por la otra otorga derechos.

Conforme a lo dispuesto en el Artículo 36 de la Ley General de Desarrollo Social, el CONEVAL debe establecer los lineamientos y los criterios para realizar la definición, la identificación y la medición de la pobreza en México, tomando en consideración al menos los ocho siguientes indicadores:

Ingreso corriente per cápita; rezago educativo; acceso a la alimentación; acceso a los servicios de salud; acceso a la seguridad social; acceso a los servicios básicos de la vivienda; calidad y espacios en la vivienda, y grado de cohesión social. Lo normal.

Hay otro detalle.

La Estrategia Estatal de Inclusión Social para el Combate a la Pobreza por Carencias, ¿qué no se supone que llevaba intrínseca una conformación de esfuerzos de los tres órdenes de gobierno?

No capto muy bien la idea pues he visto reuniones de los delegados federales con los integrantes de gabinete estatal y autoridades municipales para afinar detalles sobre el combate a la pobreza. ¿O no funcionaban o eran inefectivas esas reuniones y en consecuencias fue necesaria la creación de esta ley?

Me alejo de la idea de pensar que el diputado Emeterio Ochoa buscaba reflectores particulares al momento de promover esta ley pues involucra directamente a la gobernadora Claudia Pavlovich en un berenjenal difícil de manejar.

También me alejo de la idea de pensar en la inclusión de un presupuesto para que esta ley funcione sobre todo porque, si tomamos en cuenta que según el Coneval, esa organización sustentada en la Ley de Desarrollo Social y que a nivel nacional encabeza la lucha contra la pobreza, la cual indica que en el 2014 había más 800 mil sonorenses en ese estado… pues no habrá presupuesto que alcance para lograr el objetivo que persigue la mencionada ley.

A lo mejor estoy equivocado en mis apreciaciones, pero busqué la ley en el prontuario de leyes del Congreso del Estado y encontré una parecida que es la Ley de Desarrollo Social para Sonora aprobada durante la administración pasada y no le ví modificaciones, entonces esa no es.

Tal vez la suben más delante y habrá oportunidad de estudiar la trascendencia de esta iniciativa del diputado Emeterio Ochoa quien por lo pronto nos queda debiendo una explicación más de fondo, sobre todo en los qués y los cómos se puede lograr la efectividad aprobada este martes.

Sin querer ser aguafiestas e impulsado por un punto de vista de buen plan, quiero suponer que la idea general es que el Estado adoptó un compromiso de preponderar a quienes menos tienen para apoyarles a que abandonen su condición de pobres, lo cual es muy loable, pero la verdad lector es que seguirá siendo una lucha inacabable.

Siempre he dicho, ¿y a la clase media cuándo se les va a apoyar?, porque por un lado pues los pobres ya tienen su ley y amplios programas sociales que buscan sacarlos de la mediocridad en la que viven y los ricos ya tienen sus diferentes programas de apoyo a sus empresas, ranchos y campos agrícolas, pero ¿qué programa apoya a la clase media?

Si tomamos en cuenta que no hay una definición gubernamental exacta para determinar a quienes pertenecen a esta clase, pues menos vamos a encontrar indicadores, salvo aquello en los cuales debemos de estar listos para el pago de impuestos, principalmente. ¿A poco no?

Para concluir, es necesario entender que hacer leyes por hacerlas no ayuda en nada, más bien distrae y lo peor de todo es que, aduciendo que la gobernadora apoya este tipo de hecho poniéndola a la cabeza de un consejo consultivo –que tienen la característica de no servir para nada--, pues también es hacerla perder el tiempo, según yo.

Sería bueno que se implementara la medida de no utilizar el nombre de la gobernadora en cualquier acción. Es meritoria la lucha contra la pobreza, pero ni por decreto, ni por ley, se va a terminar con ella. Ahora que si lo que se busca son reflectores, pues es una buena idea y ahí no he dicho nada.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con 30 años de experiencia en medios escritos y de Internet, cuenta con posgrado en Administración Pública y Privada.

Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com

Twitter: @Archivoconfiden