Los intangibles del debate

QUIENES SEÑALAN QUE el debate no arrojó nada nuevo se equivocan. Hay intangibles que vale la pena subrayar.

1.- Hasta noviembre del año pasado no llegaba al 50% de los mexicanos que conocían a Xóchitl Gálvez contra un cien por ciento que si sabían quien era Claudia Sheinbaum. Hoy el panorama es parejo pues según los últimos estudios, hasta antes del debate, el conocimiento sobre conocimiento de la hidalguense como persona, rozaba el 78 por ciento.

El primer reporte del INE señala que casi 13 millones de personas lo vieron siendo la plataforma predominante Facebook con más de 7.4 millones de reproducciones; en X 536 mil 191 vistas, con 344 mil 214 espectadores, en YouTube tuvo 823 mil visualizaciones en español; nueve mil 800 en maya; 15 mil 800 en náhuatl; 34 mil 700 en tzotzil y 164 mil 300 en Lengua de Señas Mexicana, según el INE.

La compañía Nielsen IBOPE México reveló que la audiencia a través de televisión abierta fue de cuatro millones de espectadores, distribuidos en 28 ciudades del país. https://n9.cl/3rr5s

2.- Asimismo, fue posible observar, con las respuestas y actitudes de los debatientes, quien cuenta con mayor empatía. Si tomamos en cuenta que el aspecto físico dice mucho hay contrastes naturales: su rostro, gestos, nerviosismo, su obesidad o falta de ella –en México, ocho de diez mujeres que tienen hijos la sufren casi de por vida--, el lenguaje utilizado, la parquedad o falta de respuesta, la agresividad, mentiras, los errores en los datos proporcionados, la forma de manejar las imágenes presentadas, vaya, hasta lo que hacen con las manos y el movimiento de los hombros.

Con unas y otros los observadores suelen tener una identificación pues el debate, según el INE, lo observaron miles de jóvenes mayores de trece años.

3.- Para quienes gustan contrastar encuestas se tienen de dos tipos, las formales que realizan empresas especializadas que toman como muestra mil opiniones y aquellas que se manejan en redes sociales, sobre todo en Twitter, donde los líderes de opinión hacen la pregunta sobre quien ganó el debate y los resultados son reveladores al participar en este caso más de medios millón de usuarios de esa red.

4.- A su vez, entre estos intangibles que forman opinión también es factible acudir a mesas de análisis y conformarse una consideración propia o bien, entrevistas posteriores de los aspirantes en programas noticiosos que se convierten en punta de lanza para que la controversia continúe por encima del eclipse, la mañanera y el tema sobre Ecuador que pasaron a segundo término.

5.- Otro de los puntos que predominan son las propuestas y acusaciones que en los debates son difíciles de digerir en ese momento, pero posteriormente se retoman y difuminan con mayor amplitud vía eventos multitudinarios o manejo de mensajes a través de redes sociales con documentos probatorios, de allí su importancia.

6.- Servirán también los temas que se trataron para definir la ruta discursiva en el entendido de que adelantarse a nuevos tópicos conllevarán el desgastar de oquis las herramientas a utilizar en el segundo debate lo cual le da en automático mayor importancia.

7.- Las próximas giras de los tres aspirantes conllevarán a su vez un alto grado de incidencia en las debilidades de sus contrincantes con miras a que, a través de la descalificación, se atraiga una mayor cantidad de adeptos, sobre todo los indiferentes y recelosos que navegan, observan y valoran –más que las propuestas--, lo negro de cada candidato.

8.- También cada equipo de trabajo diseñará nuevas estrategias con miras a incidir en los jóvenes de entre 18 y 29 años, público sobre el que trabajarán pues arriba de esas edades la preferencia de alguna manera está determinada según se pudo observar en Facebook donde las dos contendientes salieron parejas.

9.- Hay un dato intangible que poco se ha analizado. ¿El resto de los candidatos, cómo pueden aprovecharse del debate?... será una característica narrativa que requiere de encontrarle la cuadratura para el mensaje –sobre todo en agresividad o defensa--, a sus seguidores de alguna manera pues el decir quien ganó ya no tiene importancia. Son pocos los conceptos recordados y se requiere volver a ver el evento para prestarle mayor atención, cosa que no cualquiera hace.

10.- Es cierto, este primer debate que fue el segundo más visto en la historia de México –el primero fue en 2018 donde la participación fue cien por ciento masculina--, tiene como dato principal que por primera vez habrá una mujer en la presidencia y los temperamentos y circunstancias socio políticas son sumamente diferentes de tal manera que para los escépticos y exigentes no llenó los requisitos esperados, pero a diferencia de aquel suceso, en este no participó López Obrador quien fue la estrella durante tres sexenios y ello devengó en que su pupila manejó una estrategia de aguante que alejó de la palestra la oportunidad de mayor polémica durante el encuentro.

En México, el cargo de presidente ha sido ocupado por hombres desde la independencia del país. El primer presidente, Guadalupe Victoria, asumió el cargo el 10 de octubre de 1824. Hace 200 años.

Por último, este debate también hizo explotar las redes en las cuales cada vez son más los ciudadanos que suben mensajes –a favor o en contra del actual sistema obradorista--, lo cual será una tendencia que no será fácil de limitar. La comunicación vía redes despertó como una explosión y es una verdad intangible. Entonces, la pregunta es: ¿aún le parece que este debate no dejó nada, que fue enfadoso o bien, que no valió la pena que se llevara a cabo?

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…

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