Cuidemos a nuestros viejitos…

LA MEJOR FORMA DE que cualquier gobierno pueda darle seguimiento a la trazabilidad de una persona, desde su origen hasta su final, se requiere el apoyo de la ciudadanía en general. El detalle es que por estrategia no proporcionan ni el nombre del afectado.

Y todo se maneja con datos generales como el ocurrido en Hermosillo que salió positivo y lo que se sabe de la persona es que cuenta con 72 años de edad, viajaba por diferentes partes de Estados Unidos y que provenía de Chicago.

Se llegó a comentar en la conferencia de prensa que fue a una farmacia, pero no se dijo a cuál. Me imagino que los familiares del señor van a empezar a manejar información en redes y sobre eso no veo un protocolo al respecto, así que no tardaremos en conocer detalles.

Por ejemplo, se ha manejado que llegó a Hermosillo en un Tufesa, por un lado y por el otro, que laboraba en un restaurante de la localidad como guitarrista. Otro dicen que es un conocido músico de un famoso grupo musical local y hasta foto me pasaron. Nada confirmado, pero se ha manejado. Incluso tengo el nombre de la persona pero no puedo manejarlo pues se requiere estar acorde con la estrategia general manejada por la autoridad sanitaria. En este tipo de circunstancias no se valen protagonismos como comunicador.

Espero que entiendan este factor en las redes sociales.

Si pusiéramos en la balanza de perjuicios y beneficios el hecho de que se proporcionen más datos del afectado y los lugares a los que se presentó eso permitiría que los propietarios y clientes tomen las debidas precauciones, al igual que la familia, familiares y amigos del positivo.

Incluso, ello permitiría que todos los negocios establezcan los protocolos debidos y establezcan las medidas sanitarias para que sus clientes ingresen a sus establecimientos.

Lo que se llama pues un cerco para evitar al máximo el contagio por el solo hecho de ingresar o permanecer dentro del negocio.

A su vez, falta establecer las medidas necesarias para evitar que la gente vaya a la playa pues no hay que olvidar que el primer mensaje del gobierno federal para señalar que no habría clases fue –en lo que consideró un error--, haber dicho que se adelantaban las vacaciones cuando debieron esclarecer que era una parte de la cuarentena en la que entraba el país, un detalle que debe manejarse bien desde el principio.

Hoy se habla de adelanto de vacaciones en lugar de cuarentena necesaria. Ya hay gente llendo a la playa.

Aunado a lo anterior se debería de evitar tentaciones. Es decir, en el caso de Bahía Kino, por poner un ejemplo de playa –pues lo mismo debería ocurrir en San Carlos, Peñasco y toda playa donde se aglomera la raza por tradición--, se debe evitar la distribución de bebidas alcohólicas pues conocido es que entre más lejos se encuentra el lugar para surtir, menos consumo se presenta.

Se tiene que ser estrictos en esta medida con lo cual se lograría limitar en buena medida la aglomeración de personas pues todos sabemos que las playas se convierten en enormes cantinas.

A su vez y como se ha comentado, se deben prohibir eventos como bodas, quinceañeras y todos aquellas fiestas multitudinarias, aunque duela y se presente un costo político, lo cual pasaría a segundo término.

En el caso de las iglesias, lo ideal es que se presenten las misas en vivo pero por internet, como lo hace el mismísimo Papa. De seguro así será.

Otro fenómeno que hay que vigilar, es que ahora que se ordenó el cierre de bares y cantinas, sería interesante analizar el comportamiento de accidentes automovilísticos, aun y cuando sabemos que la idea es que la gente se encierre en sus casas, pero en caso dado de que permanezcan las cifras, habrá que investigar conforme a las estadísticas el comportamiento de este fenómeno y pensar en nuevas estrategias.

Digo, si se puede rescatar algo positivo.

Ahora bien, el sector más susceptible sin duda alguna son nuestros viejitos. Los debemos de cuidar en todo momento, por lo pronto regáleles un celular para mantener una comunicación continua con ellos.

Ojalá algún negocio tomara esta idea como oportunidad de incrementar las ventas y promoviera la venta o renta de estos aparatos hacia ese mercado en especial.

Y si estamos en esto de atender necesidades, las estudiantes universitarias sería bueno que ofrecieran sus servicios para cuidados de niños en sus casas, pues como me la ponga miles seremos los que no vamos a poder dejar de trabajar pues requerimos llevar el sustento a la casa.

Eso sí, nos tenemos que cuidar más y mejor.

Pues el covid 19 llegó para quedarse y modificará nuestra forma de vida y visión social y hasta política.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director general de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de CEO, Consultoría Especializada en Organizaciones… Cuando la unión de esfuerzos no es suficiente.

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