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La misma pregunta del año 2000: ¿Qué le espera a este país después de diciembre?

2018-06-30 | Mario Rivas Hernández | Sección: Hermosillo

Rumbos/Mario Rivas Hernández

ALGUNA VEZ, HACE AÑOS, UN BUEN amigo me dijo que lo mejor de vivir demasiado tiempo es que siempre podremos dedicarle espacio a los recuerdos.

“Si vives poco, no lograrás disfrutar de lo vivido ni de tus experiencias. Necesitas vivir muchos años para que, tú también, tengas el tiempo necesario para gozar de tus recuerdos”—me explicó.

En su momento, le resté importancia a su rapto de filosofía.

Hoy, recuerdo con gran nitidez aquellas palabras.

Traducido a palabras simples, significa que llegar a la vejez tiene grandes ventajas.

De muchas cosas como estas platiqué hace unos días, con don VÍCTOR FLORES, un hombre culto, de espíritu sosegado, priista de corazón y por convicción, y con BULMARO PACHECO.

El historiador y político huatabampense y yo, viajamos hasta Batacosa, en el Municipio de Quiriego, para reunirnos con este profesor ya en retiro, atendiendo una invitación a comer en su casa, donde los recuerdos de cada quién por momentos convergían en un mismo punto.

Los tres somos contemporáneos. Los tres caminamos el mismo camino pero en distinta dirección.

—Políticamente yo vengo de la época del Gobierno de Manlio Fabio Beltrones—dijo don Víctor.

Bulmaro recordó sus inicios, unos años más para atrás. Se llegada a la campaña de don RODOLFO FÉLIX VALDES. Su coincidencia con MIGUEL ÁNGEL MURILLO, cuyos caminos, en cierto momento, se habrían de bifurcar.

Yo recordé una coincidencia entre Bulmaro y Miguel Ángel. Ambos participaron en una campaña política para gobernador de la que surgirían como Secretarios de Gobierno.

Miguel con ARMANDO LÓPEZ NOGALES. Nadie daba un centavo por el futuro político de Murillo cuando López Nogales fue designado candidato a Gobernador. No era del equipo de ALN. No se la había jugado con él.

De hecho, MAM había jugado varias cosas: GUILLERMO HOPKINS, BULMARO PACHECO, y algunas más.

Pero no la de Armando.

Cuando ALN fue postulado, lo que menos se esperaba era la designación de Murillo como Coordinador de logística de la campaña, que en los hechos se convirtió en una Coordinación de campaña.

Aún con ese nombramiento, nadie apostaba por una Secretaría de Gobierno.

Precisamente de esto les platicaba yo a don Víctor y a Bulmaro. Y de las giras en la que participé. Y de las anécdotas de campaña, como aquella de Soyopa, a la orilla del Río Yaqui, cuando Murillo, para matar el aburrimiento, le hizo una broma a RAMÓN TADEO, el maestro de ceremonias.

Terminaron las giras. Llegaron las elecciones y ganó López Nogales. Y la sorpresa: Miguel Ángel Murillo apareció en la lista del Gabinete como Secretario de Gobierno.

Terminó el sexenio y EDUARDO BOURS CASTELO irrumpió en la escena política remando contra la corriente.

Bulmaro Pacheco no figuraba entre los principales colaboradores del candidato.

Pero en la campaña era la voz del político y Bours lo hizo Secretario de Gobierno.

Rara coincidencia con Murillo, y los dos son vecinos en Hermosillo, y los dos son del Sur de Sonora.

Por mi parte, yo exalté el talento y la brillantez política de Murillo. Evoqué aquellos primeros años de amistad con Miguel en el barrio de La Ladrillera, en Ciudad Obregón.

Y caí en la cuenta de algo que se me había escapado: también en el origen de estos dos importantes políticos sonorenses, hay similitudes.

Describí el arco que cada uno de ellos construyó en el peregrinaje de la vida y trayectoria política.

Por momentos, se alejaron entre sí pero al final de ese camino “arqueado” llegaron a un mismo punto.

Y siguen siendo vecinos.

Los dos han sido Presidentes del PRI estatal. Los dos han sido Diputados locales. Los dos han sido Diputados Federales. Los dos aspiraron, en algún momento, a ser alcaldes de su terruño, sin lograrlo. Los dos fueron Secretarios de Gobierno. Los dos se mantienen lúcidos y llegan al último trecho de la vida, con gran dignidad y gozando del respeto y reconocimiento de mucha gente.

Y los dos, por la ventura de Dios, son mis amigos.

De todo esto platicamos en la comida con don VÍCTOR FLORES.

¿El menú? Si se lo describo, usted no me lo perdonaría por no haberlo invitado.

Pero, bueno, se lo cuento: semitas rellenas de queso philadelphia, pitayas, panelas recién hechas en el rancho del anfitrión; borrego al horno, con leña de mezquite, y el postre: pay de queso con chocolate y chispas de nuez.

Bulmaro, vino tinto; don Víctor, un mezcal de Guerrero y yo, agua, solo agua.

Fue una comida de rancho, de lo mejor que un hombre de campo puede poner a la mesa de sus invitados.

Y usted, ¿no cree que vale la pena vivir muchos años?

En fin.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

¿SE ACUERDA USTED, CARO LECTOR, QUE aquí mismo me referí a las incongruencias del dirigente del Sindicato de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Sonora, ALFREDO LUGO GÁMEZ?...

Déjeme contarle que de la lectura de testimonios sobre la conducta de este líder, he llegado a la conclusión que en el apogeo de la corrupción del sexenio de GUILLERMO PADRÉS ELÍAS, Lugo Gámez fue contagiado y coptado por el poder corruptor del grupo compacto del padrecismo…

Se dice que nadie nace corrupto. Que en el camino se hace…

Yo así lo creo…

Pienso que lo peor de un hombre es traicionar sus propios principios, sus propias convicciones…

En la carta testimonial, figuran situaciones a las que no voy a referirme por ser de su ámbito intima, particular…

Eso no me concierne y respeto profundamente el terreno de los afectos familiares…

Su quehacer sindical, su trayectoria política y pública, eso sí es competencia de un periodista…

Y de eso hablaremos otro día…

MIENTRAS TANTO HEMOS LLEGADO a la víspera de un día histórico en nuestro país… Porque lo es, lo será, en más de un sentido…

Regularmente, RICARDO BOURS CASTELO y yo nos reunimos a tomar el café y platicar de tantas cosas…

Yo tenía interés en hablar con él antes de las elecciones sobre este acontecimiento de enorme trascendencia para México, para bien o para mal…

No se dio esa oportunidad por cuestiones de tiempo y de agenda…

Y lo lamento…

Ricardo es un gran conversador, un hombre con un gran sentido común que aplica a sus juicios sobre política…

Le viene de sangre, sin duda, pues es hijo de don JAVIER R. BOURS ALMADA… ¿Qué habrá para México después del 5 de diciembre?... Esta misma pregunta me la formulé la noche de aquel día histórico en el que el PRI perdió la presidencia de la República en el año 2000…

Después comprendí que no había pasado nada y lo histórico fue porque perdió el PRI pero solamente por eso...

¿Cómo será ahora?... El tiempo lo dirá…

Es todo.

Le abrazo.

mrivas@tribuna.com.mx