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Se abrió una ventana de oportunidad

2025-06-18 | Armando Vásquez A. | Sección:

¿Y SI VOLTEAMOS la tortilla y elevamos la mira de pensamiento?

Lo más interesante de la cumbre del G-7 es que Trump haya abandonado esa reunión a la mitad, dejando momentáneamente fuera de lugar la cita con Sheinbaum aun y cuando hayan hablado posteriormente vía telefónica.

Es que mostró una carta muy interesante que bien jugada, Sheinbaum puede batear de jonrón.

Se abrió una ventana de oportunidad pues México dejó de ser el foco principal de Trump quien le dio mayor importancia al conflicto Israelí-Irán, sin importar que de último momento se desató un golpe de estado y un príncipe haya invitado a los iraníes a tomar la calle para derrocar el imperio de los religiosos. Va a llevar buen tiempo el reacomodo del poder en esa zona.

Si a esto le sumamos la injerencia gringa en Ucrania, el apoyo a Israel en su lucha por Palestina, el conflicto entre India (apoyados por EU) y Pakistán más lo que se sume esta semana, podemos observar que estará ocupado en atender esos conflictos bélicos a los que hay que sumar los resquemores con la OTAN, que son broncas en las cuales México, su principal socio comercial en el mundo, puede ser su mejor aliado incluyendo en la guerra comercial con China, guerra al fin.

Las políticas impulsadas por Trump parecen de "economía de guerra" –claro, quitando el ingrediente de la injerencia directa de tropas norteamericanas--, pero está realizando una movilización total de recursos hacia un conflicto armado a gran escala, con racionamiento y control centralizado.

A ello hay que sumar la reorientación estratégica trumpista con tintes nacionalistas lo que se manifiesta en las guerras comerciales mediante aranceles, buscando proteger industrias nacionales y reubicar la producción conforme al modelo de economía de guerra.

También sume en dicha tendencia su política de "America First" que prioriza los intereses económicos internos, a lo que hay que sumar que ha propuesto aumentos en el presupuesto de defensa, lo que puede estimular ciertas industrias, pero estos deseos trumpistas son de largo plazo, el problema que tiene es hoy y ahora.

En esencia, Trump crea un entorno donde la economía es vista como un campo de batalla para que EU "gane" frente a competidores.

En este tenor a México le pudiera ir muy bien pues en los conflictos más importantes donde ha participado EU, como la segunda guerra mundial, los beneficios económicos para nuestro país se elevaron sustancialmente al ser proveedor de bienes, materias primas y alimentos. Fue cuando ocurrió el llamado Milagro Mexicano.

Fueron tiempos en los que nació el Programa Bracero que se extendió de 1942 al 64 y requirieron millones de trabajadores agrícolas mexicanos que hoy están abandonando suelo gringo por las razones que ya conocemos pero que originaran (en eso están), una crisis real en los grandes estados productores como Texas y California.

Ojalá que el cerebro frío de Sheinbaum se adelante y le proponga una tregua que Trump va a necesitar e implemente una medida similar al mencionado programa bracero bajo otro esquema y tipo de reglas más benéficas para ambos países.

Cuando EU se enfrentó a Corea (1950-1953) ocurrió el mismo fenómeno, así como en su lucha contra Vietnam (1955-1975) aunque los beneficios para México fueron menos directos y evidentes en comparación con los conflictos anteriores sobre todo por el inicio de la globalización comercial en la que entró EU.

Los frentes abiertos por Trump, más su guerra al fin, contra el terrorismo y la comercial enclavada en el "Nearshoring" así como la necesidad de asegurar cadenas de suministro que reduzcan el riesgo y la dependencia de proveedores lejanos y, potencialmente, inestables, peligros que se acentúan en momentos de tensión global, son cartitas de intercambio a favor de Sheinbaum.

Por eso la presidenta debe facilitar al máximo la inversión vía Nearshoring bajo un programa emergente de bienvenida, es decir permitir que se instalen y después se aprueben o refuercen las instancias legales en un período adecuado.

Tiene a su vez que focalizar el desarrollo de infraestructura clave que está parcialmente observable en el Plan México, (energía limpia, agua, conectividad carretera, ferroviaria y portuaria) sobre todo en las regiones con mayor potencial, especialmente en el norte y centro del país. Es cierto, la falta de energía y agua son cuellos de botella actuales, escenarios a los que debe poner seria atención.

Debe impulsar programas de capacitación y educación técnica para asegurar que la fuerza laboral mexicana tenga las habilidades demandadas por las nuevas industrias. Esto incluye la colaboración con el sector privado y la academia.

Y sobre todo promover el desarrollo de proveedores locales y PyMEs para que puedan integrarse en las cadenas de valor de las empresas que se están relocalizando.

Ante los aranceles y retórica proteccionista de Trump, entró a una carrera de dos carriles en los cuales el tiempo será determinante y otro punto a favor de Sheinbaum es que el diálogo no se ha interrumpido.

Es bueno que mantenga los canales de comunicación abiertos, incluso si la retorica es hostil pues debe tener claro en su pensamiento que debe proteger los intereses mexicanos y buscar soluciones negociadas bajo el precepto de que los pleitos ni ganados son buenos.

A su vez, tiene que fortalecer el T-Mec y asegurar el cumplimiento de las nuevas reglas legales para impulsar la competitividad y atenerse al nuevo estado de Derecho que impulsará Trump, paralelo al mexicano, para asegurar a los inversionistas estadunidenses que se manejarán en base a tales disposiciones extra México que es una tendencia en los grandes bloques comerciales.

Claro que tendrá que continuar con el ataque a la inseguridad y atender el problema de migración que, en lugar de ser una amenaza, pudiera revertirla y darle el sesgo de oportunidad para EU en el caso de los mexicanos, del resto de indocumentados de otros países deberá establecer una estrategia de atención diferente.

Para aprovechar esta posible coyuntura requerirá impulsar la innovación y tecnología para darle valor agregado a los productos, así como reorientar la política exterior activa promocionando a México en otros destinos de inversión en el mundo lo cual debe cuidar para que no se vea como una amenaza para la primera potencia.

Esperemos que más temprano que tarde, Trump deduzca que México puede ser indispensable y Sheinbaum aproveche ese rayito de sol para consolidar al país como un socio estratégico más que una carga.

Personajes pragmáticos como el presidente de EU –hombre de negocios al fin--, busca soluciones integrales totales, no retazos de atención a problemas.

Si Sheinbaum voltea la tortilla y empatiza con la ventana de oportunidad que se le abrió, bien pudiéramos pensar en nuevos derroteros que, para empezar, deberán observarse desde el momento en que abran de inmediato la frontera a los productos cárnicos mexicanos lo cual sería un excelente indicador.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…                                                                                                                                                                                                                                  

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