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Reforma electoral: Desmantelando la democracia

2025-08-06 | Armando Vásquez A. | Sección:

LA REFORMA electoral de López Obrador del 2022 --plan A--, no alcanzó la mayoría calificada. Posteriormente se convirtió en Plan B que solo necesitaba mayoría simple y se aprobó en diciembre/febrero del 2023 pero fue bateada por la SCJN en mayo/junio al considerar irregularidades en el proceso legislativo y preocupaciones sobre su impacto en la democracia.

Pasó al cajón de espera, mismo que Sheinbaum acaba de abrir poniendo a Pablo Gómez al frente de la comisión que levantará consensos y modificará en lo general esta ley que en su parte toral maneja lo siguiente:

Reemplazar al INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas como único organismo que realice todo tipo de elecciones incluyendo las locales. Con la desaparición de las 32 Organismos Públicos Locales Electorales calculan y justifican un ahorro de quince mil mdp anualizados.

A su vez quieren pasar de once a siete los consejeros nacionales (que serán electos por el voto popular), quitarles a los partidos políticos la subvención económica anual, salvó en campaña electoral y borrar las pluris, 200 de la cámara baja y 32 del senado (así como regidurías y cabildos) por lo cual le añadieron un ahorro de 35 mmdp. En total piensan que se supuestamente se ahorrarán 50 mil mdp que se pueden utilizar para los programas sociales. Es la víbora que se come la cola. Este es el argumento principal: una reducción a fondo de la estructura y el gasto.

A ese afán simplista, más ligado a la ocurrencia que a la eficacia, le añaden una serie de ingredientes como ese de que la desaparición de las pluris conlleva que ingresen el ganador y el segundo lugar en una contienda. No hay pensamiento de fondo, como no lo hubo en la época de un Amlo que quitó y dio vida a programas/proyectos a su antojo, sin una real planeación.

También impondrán reglas sobre el acceso a radio y tv así como limitar la propaganda gubernamental durante los procesos electorales, de seguro tal y como lo hizo Amlo con sus mañaneras. Ah, y viene el voto electrónico. Los Bartlett, padre e hijo (este último fue el encargado de manejar la informática del pasado proceso), deben estar felices.

Y en ese goloso deseo que se antoja más una estrategia para perpetuarse en el poder por siempre, desbaratarán –porque para nadie es un secreto que se aprobará tarde que temprano aún y cuando entre en vigor en el 2030--, casi cincuenta años de lucha desde el inicio de las reformas en 1977 con la creación de la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales que facilitó la creación de nuevos partidos de oposición y les otorgó espacios de representación proporcional en la Cámara de Diputados.

Una lucha y logro de aquella izquierda que vivió el entonces joven Pablo Gómez. Y cómo olvidar el punto de inflexión en 1988 cuyas elecciones estaban a cargo de la Secretaría de Gobernación (una dependencia del poder ejecutivo), tras la "caída del sistema" que detuvo el conteo de votos y que manejó Manuel Bartlett hoy cobijado por el obradorato. Pero ese fraude generó una gran presión social y política para crear una institución electoral independiente que nació en 1990, el IFE, con la aprobación del Cofipe.

Este nuevo organismo, aunque ya no estaba bajo el control directo de la Secretaría de Gobernación, aún mantenía una fuerte influencia del gobierno, ya que el secretario de Gobernación era el presidente del Consejo General. Pero en 1994, tras una elección presidencial en la que la sombra de la desconfianza aún era muy fuerte, se aprobó una nueva reforma electoral que dos años después originó que al IFE se le diera autonomía plena y control ciudadano que se imprimió en la Constitución.

México apenas tiene una treintena de años –cinco sexenios incluyendo el de Amlo--, manejando elecciones libres, implementadas por ciudadanos. Eso es lo que desbaratará la 4T.

Otro punto pesado en esta reforma que se viene es que, con la limitación financiera a los partidos políticos, en automático borrarán también la oportunidad de que nuevas organizaciones surjan y que las ya existentes sigan siendo las únicas pues aquellas que logren su registro en este año, no contarán con recursos para fortalecer sus estructuras territoriales y estarán propensas a ser financiadas por privados constituidos de manera legal o ilegal.

En este marco de referencia y para actualizarnos de las 89 organizaciones que se registraron para conformarse en partidos políticos nacionales en enero, seis fueron rechazadas y de esas 83 resultantes las que más suenan son Somos México, ligada al Frente Cívico Nacional, México Republicano, Viva México, liderada por Eduardo Verástegui, Construyendo Sociedades de Paz A.C. promovida por exdirigentes del Partido Encuentro Solidario y Social, PAZ por México (de ambientalistas).

Asimismo, Partido Liberal Mexicano, México Nuevo Paz y Futuro encabezado por Ulises Ruiz, exgobernador priista y México Nuevo Paz y Futuro, Transformación que fortalece a México, Pueblo Republicano Colosista, Fundación Alternativa Popular, Frente por la Cuarta República. Fuera de estas doce, del resto no se tiene información.

La reforma va a desaparecer la iniciativa futura de conformar nuevos institutos políticos.

La oposición a manejado diferentes y válidos argumentos contra esta reforma pero no puede hacer más. Se mueve una colita por una discordia dentro de Morena pues la desaparición de pluris afectará a los actuales hombres en el poder y sus equipos de trabajo y en este contexto, el PVEM y PT, los conocidos satélites, serían los más afectados al ser remoras del guinda requieren, para sobrevivir, los beneficios actuales que les otorga el sistema electoral actual.

Como siempre, la 4T busca deconstruir y después intentar reconstruir y dar vida a un nuevo monstruo como ocurrirá con el poder judicial. Por cierto, a Evo Morales se lo comieron sus propios jueces electos por el voto popular. Karma.

Lo mismo puede pasar con los actuales personajes que han de creer que serán eternos en sus cargos o que vivirán para siempre. Allí está el incierto destino de Amlo, durmiendo con su “cisne (ganso) negro”, será el reflejo en el que se verá Sheinbaum tarde que temprano.

EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorando en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…                                                                                                                                                                                                                                  

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